Rehabilitación estructural de vivienda Emilio Campión _ Madrid |
Como alternativa a los forjados de madera, a partir de la segunda mitad del siglo XIX, se realizaban a menudo forjados con vigas de hierro de doble "T" con elementos de ladrillo intercalados. Las viguetas se apoyaban en los muros portantes con distancias entre ejes variables normalmente de 60 a 110 cm y se distanciaban con elementos de ladrillo macizo o perforado. Encima de la estructura realizada de este modo se aplicaba una capa de relleno apropiado para nivelar la superficie del forjado y formar el lecho de colocación para la pavimentación utilizando a menudo materiales de desecho de la obra. Las aplicaciones más frecuentes se encuentran en los edificios industriales, en grandes complejos públicos, en casos de construcción popular en el periodo de tiempo comprendido entre los años 20 y 30.
Estos forjados, dimensionados para soportar cargas modestas y no adecuados para las exigencias de construcción modernas, a menudo necesitan intervenciones estructurales de consolidación. Se pueden rehabilitar con la superposición de una losa armada de hormigón conectada a las vigas de acero mediante conectores.
La composición química de las viguetas de hierro existentes hace que resulte difícil, cuando no imposible, la soldadura de elementos metálicos obstaculizada también por la presencia de polvo, oxidaciones o mortero: la fijación en frío con conectores resuelve de forma eficaz el problema ya que los clavos penetran directamente en el acero.
Catalogo Solución Conector
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